top of page
Youtube Aletheiablanco.png
Aletheia.jpg
Captura de Pantalla 2022-10-31 a las 18.25.53.png

Sirena : significado mitológico y artístico

Actualizado: 17 mar 2021

Explicación de la evolución de la concepción mitológica y artística de la sirena, monstruo híbrido propio de la mitología griega y oriental


En torno al siglo VIII a.C. comienzan a aparecer en el arte griego las primeras manifestaciones de monstruos híbridos directamente importados de oriente.


Las sirenas son una de las criaturas preferidas por los griegos en la representación cerámica, no obstante, estos las concebían de una forma muy diferente a la imagen contemporánea que tenemos de ellas en nuestros días.


El término sirena proviene del griego seiren Σειρήν y literalmente significa, ‘las que cantan y encadenan’.



Si bien cundo oímos la palaba sirena a nuestra mente viene automáticamente la imagen de hermosas mujeres con cola de pez en vez de piernas, esta es la imagen que se impuso de ellas a partir de la Edad Media. En cambio, en la Antigüedad, las sirenas eran híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave similares a la criatura Ba de la mitología egipcia, que habitaban en las islas rocosas.


 

Antes de continuar con nuestro estudio del significado mitológico y artístico de las sirenas, si estás interesado en el arte, en la historia y en la filosofía de la Grecia Antigua recomendamos este magnífico curso online que analiza toda la historia griega desde las primeras manifestaciones de las islas Cícladas hasta el helenismo.


¡Una verdadera joya que no debes perderte!




Aquí podrás ver en abierto un fragmento del curso dedicado al estudio de los monstruos híbridos, incluidas las sirenas, en el arte griego.







Varios héroes de la mitología griega han tenido que vérselas con estas criaturas que eran, precisamente, la perdición de los exploradores del mar.

Jasón y sus argonautas pudieron eludir su engaño gracias a la habilidad de Orfeo que logró cubrir la melodía con su propio canto y así distraer a los marineros que pudieron resistirse a los cantos de las sirenas.




Ulises, en su viaje de vuelta a Ítaca, también tuvo que evitarlas tapando los oídos de toda su tripulación con cera y haciéndose atar a sí mismo al mástil para no poder arrojarse a las aguas al oír su música, como puede verse en esta bellísima escena.


bottom of page