


La acción humana como núcleo de la reflexión ética
La ética, en tanto disciplina filosófica, encuentra su objeto de estudio en la acción humana: aquello que transforma la realidad y que es realizado de forma deliberada. Lejos de ocuparse de deseos o meras intenciones, la ética se fundamenta en los hechos, es decir, en actos capaces de modificar el mundo y, por tanto, susceptibles de ser valorados moralmente. Esta capacidad de actuar —y de gobernarse— convierte al ser humano en sujeto ético, dotado de voluntad y poder de transformación.
¿Qué aprenderás en esta clase?
Esta sesión se dedica a definir el concepto de acción desde una perspectiva ética, distinguiéndola de los fenómenos naturales o involuntarios. Se introduce la noción de poder como capacidad de producir efectos reales, y se subraya el papel de la voluntad como criterio fundamental para valorar moralmente una conducta. A través de ejemplos y distinciones precisas, se establece el marco necesario para comprender cómo y por qué ciertas acciones humanas se convierten en objeto de juicio ético.
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