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Centro de Estudios Filosóficos
ALÉTHEIA
RESUMEN DE LA SESIÓN:
Llegamos, en esta sesión, al último gran autor que vamos a estudiar en el primer bloque dedicado al pensamiento presocrático, el padre de la teoría del uno-inmóvil: Parménides de Elea.
Con Parménides nos acercaremos a uno de los momentos más cruciales
y arriesgados de toda la historia de la filosofía ya que este último gran filósofo lanzó un reto inesperado clausurando la primera parte de la historia de la filosofía presocrática del modo más traumático y chocante.
Hasta ahora, habíamos paseado por el bello jardín paradisíaco de la filosofía y la física milesias, la música y las matemáticas pitagóricas se habían unido a nuestro banquete lleno de color y curiosidad y nos habían ofrecido jugosos y dulces frutos. En menos de dos siglos, la filosofía había encontrado sus herramientas principales para la descricpión del mundo natural:
la observación empírica y la matemática.
Todo parecía ir viento en popa para la recién nacida filosofía,
nuevas fronteras asomaban en el horizonte, al alcance de la mano, y el conocimiento humano sobre el cosmos parecía haber iniciado un camino de crecimiento imparable.
Sin embargo, en medio de nuestra fiesta, en lo mejor del banquete, llegó Parménides a quien se le conoce la historia de la filosofía metafóricamente como "la serpiente".
En la primera etapa de la filosofía presocrática, aunque de forma frágil y difícil, todavía era posible comprender y estudiar el mundo. Sin embargo, Parménides inyectó en el pensamiento filosófico occidental un veneno tenebroso que la filosofía jamás podrá sacarse de la cabeza. Una duda de fondo recurrente a lo largo de los siglos...
Su gran reto no fue otro que el ataque directo y completamente
salvaje que Parménides proyectó sobre el núcleo constitutivo mismo de la física milesia, en el ataque que lanzó contra la existencia misma del objeto de la ciencia física: la naturaleza.