
Centro de Estudios Filosóficos
ALÉTHEIA

A

El mayor sueño de Pico della Mirandola fue el de poder leer los nuevos textos que retornaban de nuevo a Europa procedentes del pasado antiguo greco-romano y de exóticas fuentes orientales en su versión original.
Para ello, Pico della Mirandola aprendió hebreo, arameo, griego y latín. Dotado de estas poderosas armas filológicas y de su desbordante inteligencia, Pico devoró con avidez las obras de los clásicos de todos los tiempos.
A medida que lo hacía, fue anotando en un cuaderno todo un conjunto de problemas y cuestiones irresueltas que consideraba importantes porque en ellas residía, en su opinión, la raíz de todos los conflictos religiosos que azotaban Europa.
Poco a poco Pico della Mirandola llegó a reunir más de 900 tesis o proposiciones que analizaremos en detalle a lo largo de la clase.
Provenientes del pensamiento hebreo, de los textos de los árabes, del corpus hermeticum y, por supuesto, de la antigüedad Griega, las fuentes usadas por Pico deslumbran por su riqueza y complejidad.
Un ejemplo para nuestra convivencia contemporánea pues solo el conocimiento profundo de nuestra propia cultura y, ante todo, también de las que nos son ajenas pueden garantizar la paz.
Sobre la ignorancia solo se construyen las semillas de la guerra y el odio.
En la segunda parte de la clase estudiaremos la iniciativa impulsada por Pico della Mirandola de celebrar un congreso mundial en Roma al cual tendrían que acudir sabios de todos los rincones del mundo con un único objetivo: reflexionar sincera y verdaderamente en busca de soluciones para los conflictos humanos.
Uno de los proyectas más bellos del Renacimiento por el cual Pico recibió el título de Príncipe de la Concordia. Veremos exactamente por qué mereció estos ilustres laureles...