RESUMEN DE LA SESIÓN:

 

La filosofía de la naturaleza de Empédocles representa uno de los puntos más importantes de la historia de la filosofía y del paulatino desarrollo del pensamiento científico en Europa precisamente debido a su innovadora visión de la materia.

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Lejos de ser un continuo homogéneo y muy lejos de presentar las características que aparecen a nuestros sentidos, la materia es, según nuestro filósofo, una estructura discontinua y fragmentaria, hecha de pequeños ladrillos independientes.

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Esta idea, tan aparentemente contemporánea, fue introducida en el pensamiento occidental por Empédocles, iniciando un camino que la llevaría hasta los átomos  del siglo XX.

 

A lo largo de esta sesión haremos una parada en el camino para conocer la evolución de esta tesis desde la edad arcaica hasta nuestros días.

Conoceremos los primeros pasos hacia la demostración de la existencia de los átomos que se dieron en Europa en el camino que llevó a los físicos hacia el estudio de las propiedades de los gases. El origen todo ello estuvo en la  teoría cinética de los gases, que fue iniciada por Daniel Bernoulli en 1730.

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Esta teoría tenía la peculiaridad de que intentaba explicar las propiedades observables de los gases -presión, temperatura, viscosidad- postulando la atrevida tesis de que éstos se comportaban así porque estaban hechos de moléculas.

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Una teoría muy eficaz que fue empleada durante siglos para explicar el comportamiento de este tipo de sustancias, pero absolutamente carente de cualquier tipo de base empírica.

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La existencia de los átomos no fue definida matemáticamente hasta 1905 ni demostrada experimentalmente hasta 1908.

 

Para conocer la apasionante aventura que llevó a la ciencia a confirmar la inspiradora intuición de Empédocles, estudiaremos el trabajo matemático de Albert Einstein sobre el movimiento browniano y los experimentos con los que Jean Perrin finalmente acabaría por demostrar empíricamente la existencia de los bloques discontinuos de la materia.

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