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Centro de Estudios Filosóficos
ALÉTHEIA

El acceso a la escuela pitagórica no era libre sino que los aspirantes a formar parte de ella debían someterse a un conjunto de rituales de purificación e iniciación que debían mantenerse en el más estricto secreto. Exploraremos las escasas noticias conservadas acerca de sus fases para descubrir qué era necesario sacrificar para aprender con Pitágoras.
Estos rituales -de profunda inspiración oriental- tenían como principal objetivo separar y distinguir entre el vulgo y los elegido que podían alcanzar el conocimiento verdadero de la realidad.
Esta visión restrictiva y exclusivista del saber comenzó a marcar el carácter de la propia filosofía que pasó a ser considerada -entre los pitagóricos y sus seguidores- como un saber de elites y como un bien que debía mantenerse apartado de la gran masa de los ignorantes.
En contraste con la apertura y el carácter abiertamente público de la filosofía de la naturaleza de los milesios, el pitagorismo prefirió crear un entorno cerrado y hermético para el cultivo de esta nueva actividad.
Profundizaremos, para una mejor comprensión de los elementos filosóficos de la escuela, en el ideal de pureza o purificación del pitagorismo que tuvo un enorme influjo sobre la construcción de su teoría matemática.
La creencia de que las matemáticas eran la vía privilegiada hacia la verdad y que el saber era el único camino de salvación del hombre, tuvo como consecuencia un desarrollo impresionante de los estudios aritméticos y geométricos entre sus miembros.
No terminaremos la sesión sin conocer con más detalle algunos de sus principios morales más importantes como el vegetarianismo y los cinco años de silencio exigidos a los novicios.
Todas estas costumbres y creencias indican el profundo influjo religioso que tuvo esta nueva escuela que abriría, con ello, una nueva rama en la historia de la filosofía.