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Centro de Estudios Filosóficos
ALÉTHEIA

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Tras exponer las ideas estudiadas en la sesión anterior, Kant se pregunta si tiene sentido realmente llevar a cabo un análisis racional de la ética o si la naturaleza -como sabia arquitecta- nos ha creado de una forma tal que nos basten simplemente nuestros instintos y emociones para conseguir la felicidad.
De hecho, tal como nos muestra nuestro filósofo, parece que cuando más vueltas le damos al asunto, cuanto más profundizamos en los problemas de la ética más difícil es contemplar la posibilidad del bienestar.
Es por ello que algunos desarrollan una especie de "mitología" u odio al saber y se refugian en el antiguo dicho de que la ignorancia da la felicidad.
Frente a esta visión vulgar del problema, Kant mostrará en qué medida sólo una vida en la que las acciones sean adecuadamente conducidas por la razón, único instrumento capaz de apartar al hombre de la barbarie, es la única vía de construir un presente y futuro deseable para la humanidad.