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Centro de Estudios Filosóficos
ALÉTHEIA

Al comienzo de la Ética a Eudemo Aristóteles cita las palabras recogidas en un epigrama inscrito en una de las paredes del célebre
Oráculo de Delfos:
"Lo más bello es lo más justo, pero lo mejor es la la salud y lo más placentero es conseguir lo que se ama"
En él se hallan condensadas las tres formulaciones clásicas de la comprensión del bien: la visión política, la utilidad material y el placer hedónico.
Sin embargo, Aristoteles criticará duramente esta división y propondrá que el fin de la ética, el bien supremo, debe ser simultáneamente bueno desde los tres puntos de vista.
El bien ético buscado debe ser positivo desde un punto de vista social, debe beneficiar materialmente al sujeto que lo practica y debe ser al mismo tiempo placentero.
¿Qué tipo de bien podrá cumplir con estas tres exigentes características aristotélicas?
Para contestar a esta cuestión tendremos que profundizar en la teoría aristotélica de los medios y los fines, para descartar las metas superfluas y comenzar a dar los primeros pasos en el camino de la felicidad.